El izquierdista Manuel Andrés López Obrador ha sido elegido como nuevo presidente de México con una ventaja considerable sobre sus adversarios. ¿Quién es él y que representa en términos de valores provida y profamilia. Aquí presentamos algunas apuntes para el análisis.
Entre los cuatro candidatos que disputan la Presidencia de la República en México ¿hay alguno que pueda ser considerado provida y profamilia? ¿Alguno de ellos promueve y defiende sin ambigüedades la vida, la familia, las libertades fundamentales?
No. La respuesta es no.
Los cuatro hombres que contienden por la máxima magistratura del país no pueden – en base a sus propias declaraciones en campaña – ser considerados ni provida ni profamilia. Aunque todos se presenten como hombres de familia y respetuosos de la vida.
Por diversos factores, la elección mexicana es una coyuntura extraordinariamente compleja que desafía a todos, especialmente a los ciudadanos que ejercen su derecho al voto pasándolo por la criba de los valores fundamentales.
En las siguientes líneas, considero solo a los tres candidatos que en realidad juegan un papel relevante en los comicios.
Manuel Andrés López Obrador es una de las figuras mas consolidadas de la izquierda en México y en continente. Su personalidad polémica y su peculiar estilo de liderar divide y polariza incluso dentro de las izquierdas.
Perseverante, esta es la tercera vez que busca la presidencia. Asegura que las dos veces pasadas la victoria le fue robada a través del fraude. En 2006, Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional (PAN), lo venció con una diferencia menor a uno por ciento: casi 250.000 votos. López Obrador se autoproclamó presidente legítimo en un multitudinario acto y montó su gabinete con el que ‘gobernó’ en el aire hasta que sus aliados y la prensa se cansaron.
En 2012 fue vencido por Enrique Peña Nieto, postulado por el casi centenario y corruptísimo Partido Revolucionario Institucional (PRI), por una diferencia de 6 puntos porcentuales, poco más de tres millones de votos.
Antes, de 2000 a 2005, gobernó la capital del país, y su administración -con luces y sombras- estuvo plagada de denuncias de corrupción y uso político de los programas sociales. La agenda ‘progresista radical’ tomó cuerpo en el Legislativo local bajo su sobra.
El izquierdista López Obrador se crió políticamente en el PRI, alcanzó fama en el PRD y, cuando perdió su control, fundó el Movimiento Regeneración Nacional (Morena)
Para comprender quién es y lo que su eventual llegada al poder representa hay que rastrear los orígenes de esa izquierda que él encarna: están en el PRI, del que fue miembro. La izquierda mexicana se movió siempre al interior o bajo la sombra de la llamada ‘familia revolucionaria’ que fundó el PRI hace casi 90 años. Al interior de la sigla cabían todos desde que se sometieran a la ‘familia’ que distribuía el poder, como pedazos del pastel, para todos. Para ello la corrupción y la impunidad eran indispensables.
El ‘populismo revolucionario’ la vertiente de izquierda al interior del PRI, con un socialismo muy a la mexicana, fue impulsada por Lázaro Cárdenas y coronada por Luis Echeverría. Como un péndulo, el sistema oscilaba de gobiernos más ‘conservadores’ a gobiernos más ‘liberales’. De vez en cuando llegaba la hora del ‘socialismo priista’, de talante más autoritario y centralizador que los otros. El PRI es afiliado a la Internacional Socialista. Esa es la matriz donde se gestó López Obrador.
De una ruptura de la ‘familia revolucionaria’, ese grupo de caciques que divide entre sí el poder, nació el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), lleno de priistas. López obrador se integró a él y lo dirigió de 1996 a 1999. Años después cuando perdió su control lo abandonó y fundó el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del cual es mandamás.
Con viejos priistas, experredistas y militantes de lo que llamaríamos la agenda progresista radical Morena se encuentra a la extrema izquierda del espectro político en el país. Diríamos que, bajo ciertos aspectos, es hermano del español Podemos, un híbrido de los brasileños Partido de los Trabajadores (PT) y Partido Socialismo y Libertad (PSOL), o un primo del colombiano Movimiento Progresistas.
Morena defiende el aborto libre como derecho, el adoctrinamiento ideológico de niños y adolescentes, la ideología de género, el ‘matrimonio’ entre personas del mismo sexo y la adopción para ellos, los vientres de alquiler, la eutanasia como derecho a ‘bien morir’, la limitación de la libertad de asociación y expresión a quienes consideran ‘intolerantes’, la expropiación de propiedad privada, el estatismo, el uso de programas sociales con fines políticos, etcétera. Una síntesis de todo esto está en la Constitución de la Ciudad de México, de la que Morena es ‘madre’, junto al PRD.
AMLO tiene como asesores a un vasco vinculado a ETA y a otro español cofundador de Podemos
De López Obrador y de la mayoría de los morenistas no escuchará nunca una crítica a las dictaduras de izquierda ni una censura a sus crímenes. Yeidckol Polevnsky, la actual dirigente del partido, ha reconocido en plena campaña electoral que el chavismo es un modelo a seguir.
No son incomunes los contactos de otros destacados morenistas con el gobierno venezolano ni la presencia de asesores ‘bolivarianos’ en su campaña. Dos de ellos son españoles: Katu Arkonada, de origen vasco, vinculado a la organización terrorista ETA y con un pie en los gobiernos de Evo Morales y Nicolás Maduro; y Alfredo Serrano Mancilla, cofundador de Podemos y consultor ‘económico’ de Maduro, Morales y Rafael Correa.
A pesar de estos datos duros, lo que el elector común ve en López Obrador es otra cosa. Un hombre que fustiga al sistema, al que llama la ‘máfia del poder’ y en la que están todos sus desafectos y adversarios. Su discurso antisistema – salpicado de formulas pintorescas – ha sido extraordinariamente eficaz, a pesar de que connotados corruptos y ‘ex’ priistas son sus aliados.
Además ha sabido aderezar, a diferencia de las anteriores campañas, las invectivas con la propuesta de una ‘República Amorosa’. Sus seguidores, los amlovers, son radicales; él no. El quiere la paz y un país donde supuestamente todos caben. Este estrategia es prácticamente idéntica a la utilizada por el brasileño Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva en 2002 y, antes, por Hugo Chávez en 1998.
En esta línea, aunque es contradictorio, ha prometido una amnistía para narcotraficantes, criminales y corruptos, incluído el actual presidente de la República, Enrique Peña Nieto, al que promete no va a procesar.
¿El combate a la corrupción? Se realizará a través del ejemplo del presidente, que nombrará a su propio fiscal. Y ¿el combate al crimen? Unificará las fuerzas armadas en una ‘Guardia Nacional’ a su cargo directo ¿Le recuerda algo?
Hay indicios de que el Partido Encuentro Social es un instrumento del priista Miguel Ángel Osorio Chong, ex secretario de gobernación de Peña Nieto, masón y frustrado aspirante a la silla presidencial
¿Qué ha dicho sobre los temas de vida y familia? Someterá todo a consulta popular: “Yo me hinco donde se hinque el pueblo”, dice. Así de simple. Esta es una de las claves que explica su sorprendente alianza con el conservador Partido Encuentro Social (PES).
El PES esta integrado por un amplio grupo de evangélicos y católicos ‘tradicionalistas’. Sus estatutos defienden vida, familia y libertades fundamentales. La singular alianza esta orientada a garantizar el coeficiente necesario para conservar su registro y obtener un inédito número de parlamentarios que los convierta -según su presidente Hugo Erick Flores- en la primera fuerza de derecha del país. Vieron un elefante imparable y se montaron en él. O, con otra figura, se montaron en la ola roja.
Además, según el periodista Ramon Alberto Garza, hay indicios de que PES es un instrumento del priista Miguel Ángel Osorio Chong, ex secretario de gobernación de Peña Nieto, masón y frustrado aspirante a la silla presidencial. Con el PES, a cambio de garantizar el respaldo de un sector de la ‘derecha’, el pragmático Chong tiene un pie dentro de un eventual ‘Republica Amorosa’ si el actual grupo en el poder se hunde. No va solo, le acompañan algunos sectores del narco y del crimen organizado.
Por si fuera poco, la coalición de Morena con el PES se completa con el Partido del Trabajo (PT), una rarísima sigla satélite de la ‘familia revolucionaria’, y afiliada al Foro de São Paulo, la mayor plataforma de organizaciones de izquierda del continente, fundada por el PT brasileño y por el Partido Comunista de Cuba, que contribuyó al la ola de gobiernos ‘rojos’ que plagaron América Latina entre 1998 y 2016.
La operadora de la agenda politica y de ‘valores’ de un eventual gobierno de esta coalición será Olga Sánchez Cordero, exministra de la Suprema Corte y una de las más entusiastas defensoras del activismo judicial en las agendas abortista y de género.
Objetivos:
• Canalizar la voz de la ciudadanía ante autoridades públicas e instancias de la sociedad civil para hacer presentes sus derechos y promover sus deberes.
• Promoción, divulgación y defensa de los valores, derechos y deberes de la familia y de la vida humana.