Tu cuerpo no es tuyo

(Your Body is Not Yours)

Artículo escrito para La Prensa Hispana Bilingual Newspaper (Indio, California, EE.UU.). Edición del 21 al 27 de enero, 2022

________________________

El psiquiatra judío Viktor Frankl, sobreviviente de un campo de concentración nazi, escribió en El hombre en busca de sentido: “Nada teníamos ya salvo nuestros cuerpos […] lo único que poseíamos era nuestra existencia desnuda”. Frankl sufrió un sometimiento total al poder totalitario, compartido por millones de judíos y otros prisioneros. Pero luego entendió que aun su cuerpo, ese último rezago de humanidad que tenía, tampoco era suyo.

Los prisioneros nazis eran peor que esclavos. Si tenían fuerzas, trabajaban hasta morir. Si eran “indignos de vivir” les tocaba la cámara de gas o algo peor: servir para experimentos. Sus cuerpos eran del Reich.

Con la derrota alemana se estableció en 1946 el “Código de ética médica de Núremberg” sobre experimentación con seres humanos. Núremberg reconoció la dignidad humana inherente y devolvió a las personas el derecho sobre la integridad de sus cuerpos:

“Es absolutamente esencial el consentimiento voluntario del sujeto humano. […] la persona implicada debe tener capacidad legal para dar consentimiento; […] ejercer una elección libre, sin intervención de cualquier elemento de fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de constreñimiento o coerción”.

Sin embargo, un fuerte movimiento global de élites económicas y políticas está empeñado ahora en suprimir Núremberg. El creciente control social (“democrático” o dictatorial) no se sacia con ficharnos al nacer, almacenar todos nuestros datos y controlar nuestros movimientos con herramientas tecnológicas. Ahora quiere conquistar nuestros cuerpos.

Para eso, les ha sido muy conveniente la llamada “Pandemia covid19”, ya que el terror creado desde su inicio por sus apocalípticos mensajes mediáticos entregó a los gobiernos el poder de confinar a la población y conculcar inmediatamente sus libertades civiles. Todo por “razones médicas”, incluyendo la eufemística “vacunación”.

Sin embargo, dos años después, está claro que las restricciones no se dan por “razones médicas”. La mortalidad está muy lejos de constituir una pandemia y cada vez mueren más vacunados. Sabemos también que las inoculaciones no inmunizan contra nuevos contagios y que tampoco ofrecen una mejor protección que la inmunidad natural. ¿Por qué obligar a los ciudadanos a entregar sus cuerpos bajo amenaza de restringirles sus libertades si no lo hacen?

John Whitehead contesta: «La base de estos mandatos es la conquista de una nueva frontera relativamente inexplorada: el espacio interior, específicamente, el funcionamiento interno (genético, biológico, biométrico, mental, emocional) de la raza humana«.

El nuevo objetivo de las élites globales es controlar los cuerpos. El nazismo ha resucitado.

________________________

ENGLISH VERSION.

Your Body is Not Yours

Jewish psychiatrist Viktor Frankl, a survivor of a Nazi concentration camp, wrote in Man’s Search for Meaning: “We had nothing anymore except our bodies… all we had was our naked existence.” Frankl suffered a total submission to totalitarian power, shared by millions of Jews and other prisoners. But then he understood that even his body, that last vestige of humanity that he had, was not his either.

Nazi prisoners were worse than slaves. If they had the strength, they worked to death. If they were “unworthy of living” they were given the gas chamber or something worse: to be used for experiments. Their bodies were from the Reich.

With the German defeat, the “Nuremberg Code of Medical Ethics” on experimentation with human beings was established in 1946. Nuremberg recognized inherent human dignity and restored to people the right to the integrity of their bodies:

“The voluntary consent of the human subject is absolutely essential. […] the person involved must have the legal capacity to give consent; […] exercise a free choice, without the intervention of any element of force, fraud, deception, coercion or any other form of constraint or coercion.”

However, a strong global movement of economic and political elites is now bent on suppressing Nuremberg. The growing social control (“democratic” or dictatorial) is not satisfied with registering us at birth, storing all our data and controlling our movements with technological tools. Now he wants to conquer our bodies.

For this, the so-called “Covid-19 Pandemic” has been very convenient for them, since the terror created from its beginning by its apocalyptic media messages gave governments the power to confine the population and immediately violate their civil liberties. All for “medical reasons”, including the euphemistic “vaccination”.

However, two years later, it is clear that the restrictions are not for “medical reasons”. Mortality is far from being a pandemic and more and more vaccinated people die. We also know that inoculations do not immunize against new infections and that they do not offer better protection than natural immunity. Why force citizens to hand over their bodies under threat of restricting their freedoms if they don’t?

John Whitehead replies: “The basis of these mandates is the conquest of a relatively unexplored new frontier: the inner space, specifically, the inner workings (genetic, biological, biometric, mental, emotional) of the human race.”

The new goal of global elites is to control bodies. Nazism has risen.

________________________

Versión digital: http://laprensahispananewspaper.com/tu-cuerpo-no-es-tuyo/